martes, 10 de julio de 2012

"A las cuatro cayeron dos rayos (segando de cuajo otro árbol más)"

García Gaztelu, Txapote
Estaba en la cafetería de El Corte Inglés de Alicante, con mis padres; no tenía ni dieciséis años. Y se escuchaba el silencio, un mutismo muy poco habitual a esas horas en cualquier restaurante de España. Excepto aquél día. Aún no había internet ni iphones, la noticia nos la dio el camarero. Iba de mesa en mesa como el médico que da malas noticias a los familiares.
Intenté no llorar. Sin éxito. Como muchos otros clientes. El recorrido del camarero iba acompañado del sonido de cubiertos dejados caer sobre los platos. Y de sillas que se corrían separándose de las mesas. De cabezas entre los brazos y manos que tapaban bocas. Alguien acompañó a una señora a vomitar.

Un terrorista de la ETA, un monstruo sin alma y borracho de odio de nombre Txapote descerrajó dos tiros en el cráneo a un chaval atado de pies y manos, de espaldas y encapuchado. Lucha armada, lo llaman. Muy heroico, muy gudari. La autopsia describió un cuerpo absolutamente empapado en sudor, sabedor de que estaba sentenciado. Algo habrá hecho, ya se sabe.

Hoy, en la efeméride del horror, algunos esperaban a una delegación de Amaiur dejando flores en la tumba del concejal de los ojos tristes. O enviando una carta a una familia que está muerta en vida desde aquél día. Algún necio esperaba una declaración institucional de la izquierda abertzale -"ése mundo"- abominando entre lágrimas por aquella ejecución a cámara lenta.
Mas no ha habido nada de eso, ha habido esto:



Un tipo abyecto que nunca debería haberse sentado en un parlamento democrático y cuya presencia hemos de agradecer, contraviniendo los fallos del Tribunal Supremo y los informes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, al Tribunal Constitucional. A seis de sus miembros -Pascual Sala, Eugeni Gay, Pablo Pérez Tremps, Adela Asúa, Luis Ortega y Elisa Pérez Vera- por mejor decir.


Sirva esta pieza audiovisual, que elaboré hace ya algunos años, para honrar la memoria del mártir:










1 comentario:

  1. Y el espíritu de Ermua, se ha esfumado y los que estaban comiendo en el Corte Ingles de Alicante y los que acudimos a la masiva manifestación en Madrid, lloramos lágrimas de sangre y gritamos por el fin de la ETA, hasta acabar roncos y esperanzados, para que seis ¿Jueces del Constitucional?, hayan llegado mucho más lejos de lo que nadie suponía y ahora tengamos incluso que estar pendientes de que desde Estrasburgo Ines del Rio y otras ochenta y tantos etarras más, estén a punto de reirse de todo el pueblo español que hace 15 años tomó las calles y se manifestó tal como éramos.

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