Los diarios El PUNT (de
vocación comarcal y con sede en Gerona) y AVUI (más derechista y ubicado en Barcelona) fueron diarios catalanes
entregados a la causa nacionalista, a fer
país. A pesar de la lluvia de millones que recibieron de la Generalitat (EL
PUNT fue el diario más
subvencionado por el tripartito), hubieron de fusionarse en una sola
cabecera, ELPUNTAVUI, para
sobrevivir en el difícil mercado de la prensa de papel en catalán. Más ahora
con la aparición de ara, un nuevo diario que pesca en el mismos caladero de
lectores, y que también contó, no iba a ser menos, con su milloncito
de euros como primer empujón.
14/12/2011 |
Pero ni la unificación, ni los continuos cambios
de dueño, ni la constante inyección
de dinero público a la que, por cierto, no tienen derecho los medios
editados en castellano, ha conseguido enderezar el rumbo de ELPUNTAVUI que, sólo en 2011, perdió
siete millones de euros. Aún así, el ex-senador
de CIU y actual propietario Joaquim Vidal, está dispuesto a reflotar
el diario en un “acto de país”, con una nueva inversión de siete millones. Y
sería deseable que lo consiguiera por los puestos de trabajo que de ello
dependen. Sólo por eso. Exclusivamente por eso.
Después de la histórica marcha independentista del pasado día
once, la reacción del presidente del Gobierno ha sido la misma que emplea para
solucionar cuantos problemas le surgen al paso: esperar a que amaine. La
inacción. No hacer nada. Y así lo han reflejado los medios de comunicación.
Incluso nuestros amigos de ELPUNTAVUI
que, entre desconcertados y desesperados, titulaban a cinco columnas “El
hombre de los silencios”.
El nacionalismo precisa del conflicto permanente para su
supervivencia. Sin agravio no hay víctimas, sin víctimas no hay victimismo, y
sin victimismo no hay nacionalismo. Es por eso que, como ocurre con la
Historia, la cosa del dinero, o la lengua catalana, es necesario inventar
perjuicios para irritar al personal y que le monten la manifa a Madrit y no a la
Generalitat, libre de toda culpa. La estrategia es perversa en tanto busca
generar frustración y prender la mecha del rencor en una población que padece
la más salvaje crisis económica desde la Guerra Civil. Luego, todo ese sentimiento
de maltrato colectivo es rentabilizado por el nacionalismo en forma de votos. Sin
mancharse las manos. Moralmente repugnante aunque estratégicamente impecable.
En los
medios más radicalmente nacionalistas es habitual encontrar expresiones de una
tremenda carga trágica y emocional (genocidi
cultural, expoli
econòmic, Espanya
ens roba)
que, a fuer
de repetidas, han acabado por normalizarse y hoy son aceptadas por amplios
sectores de la sociedad como descripciones objetivas de la realidad. Llegados
a este punto volvamos a la portada de ELPUNTAVUI
(16 de septiembre), “El hombre de los
silencios”, en relación al irritante mutismo del gallego que, a
interpretación del diario, no busca otra cosa que “erosionar el
espíritu de l'Onze de Setembre”.
Se compara la
estrategia de Rajoy con el método
Grönholm, “una obra de ficción que explora las bajas
pasiones de un grupo de candidatos a un puesto de trabajo, capaces de exterminar psicológicamente al
contrario a cambio de conseguir la plaza”. Y es que, que el Presidente no
hable “no quiere decir que se mantenga impasible”:
16/09/2012 |
“(…)el Estado tiene mecanismos
menos sutiles que los de seguir estrangulando
el autogobierno cortándole el grifo del dinero o retirándole competencias a
través de un goteo constante de leyes cada vez más centralistas, podría
asestarle un golpe mortal y definitivo: la decapitación
del autogobierno. (…) Esto será una batalla larga, pero inmediatamente el Estado puede atacar a Cataluña por
donde piensan que más le duele: el bolsillo”.
“Miembros del gobierno español y
del PP ya hace días que querrían ver sangre,
que desearían un escarmiento público de los jefes visibles de la revuelta”, pero aún no parece ser el
momento, según las fuentes del diario.
En
cualquier caso, “Rajoy sabe que cuando le
ha convenido le ha resultado sencillo
movilizar las tropas civiles para azuzar la catalanofóbia”.
Muchos medios catalanes, públicos y concertados, permanecen alerta ante nuevos posibles agravios del
resto de España; cuando no los encuentran, que es casi siempre, los imaginan.
A continuación, la opinión
del director adjunto del diario Sport (no sorprenda a nadie, la prensa
deportiva también forma parte
de aparato), Lluís Mascaró (16 de
septiembre de 2012) después de la victoria del Barcelona ante el Getafe (1-4):
“Teixeira
Vitienes –el colegiado- inició la
campaña antibarcelonista. En el Barça temen una campaña de los árbitros en su
contra tras la declaración independentista de Catalunya. Una campaña ruin
que demostraría la intolerancia de las instituciones deportivas españolas.
(…) Le crecen los enemigos al Barça. ¿Por ser un club catalán?”
Portada a doble página. 12/09/2012 |
El Periódico de Catalunya (casi 200.000€
de subvención en 2011 sólo para su versión digital), dedicó portada y
contraportada a la Marxa per la
Independència, monopolizando la atención del diario de Zeta, que incluyó
especiales, encuestas, suplementos con las mejores imágenes, reportajes,
editoriales y casi la totalidad de la “Opinión”. Incluso una curiosa recreación
fotográfica en 3D con su correspondiente sonido ambiente en la que parece que
uno siga en la mani. Mola.
El director Enric Hernàndez titula “Periodismo cortesano” -¡óle ahí!- su columna de opinión del
domingo 16 de septiembre. Apropiadísimo.
En ella abunda en el tradicional despilfarro mesetario:
aeropuertos, autovías y metros, todo de facturas “estratosféricas” . “Al final,
alguien acabará pagando las fiestas del Palco del Bernabéu. Y no serán los
invitados”. Vaya por Dios.
Y para concluir, añade:
“En esa
nueva Corte madrileña es preciso contabilizar a muchos periodistas que
pululan en torno al poder en busca (…) de prebendas o limosnas”. Y
califica a algunos de ellos de “lacayos”
que “dirigen cabeceras que celebran con
gran fanfarria la cuarentena de una princesa mientras tratan de peleles al
millón de súbditos catalanes que se manifiestan para dejar de serlo”. Es
por todo eso que a partir de ahora, advierte, “esta tribuna pasa al contraataque”.
En fin, como dirían los amigos de ELPUNTAVUI con su simpático lenguaje: todo esto no son más que muestras periodísticas de exterminio psicológico. Porque mira que son pesaos, tú.
El nacionalismo español también es nacionalismo.
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